Malditos Bailarines Sin Cabeza (Roberto Sosa)
Aquellos de nosotros que siendo hijos y nietos de honestísimos hombres de campo, cien veces negaron sus orígenes antes y después del canto de los gallos.
Aquellos de nosotros que aprendieron de los lobos las vueltas sombrías del aullido y el acecho, y que a las crueldades adquiridas agregaron los refinamientos de la perversidad extraídos de las cavidades de los lamentos.
Y aquellos de nosotros que compartieron (y comparten) la mesa y el lecho con heladas bestias velludas destructoras de la imagen de la patria, y que mintieron o callaron a la hora de la verdad, vosotros, -solamente vosotros, malignos bailarines sin cabeza- un día valdréis menos que una botella quebrada arrojada al fondo de un cráter de la Luna.
Aquellos de nosotros que aprendieron de los lobos las vueltas sombrías del aullido y el acecho, y que a las crueldades adquiridas agregaron los refinamientos de la perversidad extraídos de las cavidades de los lamentos.
Y aquellos de nosotros que compartieron (y comparten) la mesa y el lecho con heladas bestias velludas destructoras de la imagen de la patria, y que mintieron o callaron a la hora de la verdad, vosotros, -solamente vosotros, malignos bailarines sin cabeza- un día valdréis menos que una botella quebrada arrojada al fondo de un cráter de la Luna.
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